Me pasa desde siempre. Las ancianas siempre me ven bueno, será porque siempre estoy leyendo.
En la última semana, viajando en subte, le di el asiento a un par de señoras; todas ellas de más de 60.
- Gracias querido, no te hubieras molestado.
Asiento con la cabeza y sigo leyendo pero ellas hablan y me cuentan que están yendo para tal calle, que si no sé cómo llegar. O que se sienten muy afligidas porque su marirdo murió hace poco, o que los cayos ya no las dejan usar zapatos.
Siempre terminan bajándose antes que yo.
- Muchas gracias, qué tengas un buen día, nene.
- Igualmente- les digo, y me siento en el lugar calentito hasta que llego a Alem.

Joe Dallessandro y Sra

En dos días dormí cuatro horas. El jueves terminé viendo "Heat" de Paul Morrissey. Hacía tiempo que quería verla porque sólo tenía "Flesh" es mi haber y luego de leer los diarios de Andy uno se queda con ganas de ver esas cosas. Como le comentaba hace un rato a JM, tiene ese aire mal actuado al estilo Waters y Deep Throat que es encantador. La niña que hace de lesbiana arrepentida era fascinante, por Dios.

Después terminamos en Andy sin querer (a modo de homenaje inconsciente, tal vez) matándole una cucaracha a dos inglesas que venían de Surrey:

-OH! you saved my life!-dijo.

Y más sin querer fue terminar en un lugar donde un transformista hablaba de GranHermano y preguntaba que tenía escondido entre sus pechos de juguete.

- Una peluca?

- No

-Un corpiño?

- NO

- Una bombacha?

- NO

Se me ocurrió que podría tener una neurona pero no me animé a decirlo porque mi cuerpo me impide ofender a personas que tienen más espalda que yo (eso incluye a todo el mundo). Al final era una bayaspirina.

dani umpi

Y luego de pasar rápidamente por casa anoche seguí de manera psicótica a Dani Umpi por el planetario. Mi intención era quitarle un mechón de rasta o algo así, pero una bofetada invisible me hizo reaccionar y me dí cuenta de que estaba más nene tonto que nunca. Coiffeur estuvo encantador. Por plaza Italia nos preguntó la hora y JP le indicó que llegaba tarde a su propio recital!. Umpi sonrió. Siempre tan atento este chico.

Lisandro Aristamuño llevó su pilotito y quedó más oportuno que nunca. Tiene una hermana encantadora, es de esas chicas a las que les preguntaría qué desayunaron y qué están leyendo.
Y ahora me voy porque me quiero lavar los dientes y ya entro a trabajar.

Me siento raro. Todos hablan de Gran Hermano con pasión, con amor... y yo no lo vi durante más de 15 segundos e incluso pagaría mi patético sueldo entero para que lo sacaran del aire y pusieran... mmmm, La familia Ingalls, The Nanny o La doctora Queen, o algún programa nuevo de preguntas y repuestas.

(Es lindo ver avisos de alquileres de a dos)

Están lindas esas cosas gratis que hay por la ciudad. El jueves fui con la buena de Pelu a ver a Juana Molina. La primera vez que la vi estaba enfermito, y no lo disfruté mucho. Esta vez sí. Todo olía a hierba y había una anciana encantadora con un vestidito a lunares que de espalda parecía el de cualquier niña palermitana pero cuando se levantó y la vimos de frente, notamos que tendría unos setenta años y que medía un metro treinta. Bailaba una reggae medio electrónico que sonó antes de Juana como si fuera una pendeja. La cámara no ayudó y la foto salió oscura, pero está en nuestra memoria. Eso sí, a la mitad del recital la perdimos de vista y tuvimos miedo de que haya sido pisada por alguien. Nunca más supimos de ella.
El viernes: Dani Umpi en el botánico. Leyó un cuento que se llamaba algo así como "Niño rico con problemas" y que no entendí muy bien porque era coral y al ser leído por una sola persona en voz alta se confundía pero igual me gustó. me gustó el jardín y él tan tímido y con ese acentito uruguayo que a veces me da ternura, sus pasitos de baile, su voz de corneta, sus rastas, sus 44 kgs... todo.
Y ayer broche de oro con Pimpinela y Miranda! en un parque que no sé cómo se llama pero que quedaba lejos. Encontramos el recital por los agudos de Lucía y llegamos en la parte en la que empezó a bajar línea sobre su hogar de huérfanos pero después nos arengamos y cantamos agarrados de la mano y a los saltos al lado de señoras con cartera y permanente recién hecha. Cuando terminó caminamos mucha cuadras á la Freddy Kruegger y comimos choripanes en la calle. Después tomé helado. Al rato se largó a llover.