ya no sé qué hacer conmigo

Cosas que hice y hago con mi exceso de tiempo libre, durante el último mes y medio: Comí golosinas nuevas y viejas; aprobé y desaprobé exámenes; viajé al país limítrofe y a la isla cercana; toqué la guitarra; casi que compongo canciones pero me las olvidé antes de empezar a tocarlas; fui al cine; compré y bajé películas; vi comedias y dramas en blanco y negro y a color; vi más dramas que comedias, aunque no estoy seguro; me compré gorros y sombreros; dormí siestas y me quedé despierto hasta muy tarde; anduve en bicicleta, auto, barco y bote; cociné sopas, tartas y tortas; escuché música de bailar y de descansar; escribí cuentos que no me gustaron; hice dibujos de personas que conozco; traduje cosas aburridas; leí un libro sobre una chica que se fuga a Paraguay con su mucama; leí correspondencia y diarios ajenos; canté en público; escribí y recibí cartas; saludé personas conocidas y desconocidas; canté y me cantaron feliz cumpleaños; hablé por teléfono; caminé sin saber muy bien adónde; vi cuadros, fotos y esculturas de gente conocida y desconocida; acaricié y vi muchos gatos; me creció la barba durante dos semanas; me afeité; hice listas sobre las cosas que podía hacer durante el tiempo libre; casi que no hice ninguna de las cosas planeadas. Sanseacabó.

(Es que estaba sintiendo que no aprovechaba bien el tiempo y me puse a hacer un inventario mental de las actividades realizadas, sepan disculpar)