De cómo me convertí en psycho
Bajé del subte en la estación San Martín, como cada mediodía. Puedo bajarme directamente en Retiro pero no me gusta. Prefiero caminar un poco, me gusta caminar porque sí, siempre me gustó.
Cuando saco la vista del libro que estoy leyendo porque la escalera mecánica ya subió del todo, veo frente a mí una mochila que tiene aferrados dos pins de tamañano mediano: uno con la cara de Morrissey y otro con la silueta de O'Riordan. Como no es algo que pase muy seguido y yo soy más estúpido de lo que creo, empiezo a seguir a la dueña de la mochila. En realidad no es a ella, sigo a esos dos pins, no dejo de mirarlos, me da curiosidad la muchacha por su orgullo melanco pero son las dos figuritas las que me hicieron seguirla, claro.
Cuando noto que estoy a unas quince cuadras del trabajo y que ya pasaron varios minutos de las 13 reacciono. "Basta. Hay miles de personas que son calcos de uno y no por eso voy a seguirlas a todas. Buscar personas iguales a uno asquerosamente egocéntrico. Ya no tengo 15 años. Soy un adulto y esto no habla bien de mi cordura. No es normal y yo lo único que quiero es eso: ser una persona normal con una vida tranquila. En este momento debería estar vendiendo discos de AC/DC y Operaciones Traviatas. Basta". Así que completamente indignado y ofendido conmigo mismo corrí a trabajar. No hay nada peor que la autodiscusión.
Cuando saco la vista del libro que estoy leyendo porque la escalera mecánica ya subió del todo, veo frente a mí una mochila que tiene aferrados dos pins de tamañano mediano: uno con la cara de Morrissey y otro con la silueta de O'Riordan. Como no es algo que pase muy seguido y yo soy más estúpido de lo que creo, empiezo a seguir a la dueña de la mochila. En realidad no es a ella, sigo a esos dos pins, no dejo de mirarlos, me da curiosidad la muchacha por su orgullo melanco pero son las dos figuritas las que me hicieron seguirla, claro.
Cuando noto que estoy a unas quince cuadras del trabajo y que ya pasaron varios minutos de las 13 reacciono. "Basta. Hay miles de personas que son calcos de uno y no por eso voy a seguirlas a todas. Buscar personas iguales a uno asquerosamente egocéntrico. Ya no tengo 15 años. Soy un adulto y esto no habla bien de mi cordura. No es normal y yo lo único que quiero es eso: ser una persona normal con una vida tranquila. En este momento debería estar vendiendo discos de AC/DC y Operaciones Traviatas. Basta". Así que completamente indignado y ofendido conmigo mismo corrí a trabajar. No hay nada peor que la autodiscusión.