bolsillos
Tengo incorporado el guardar las manos en los bolsillos. No importa si hace frío o calor, si estoy en la ciudad o en el campo. Es casi automático.
En eso me pongo a pensar aquellos domingos en los que camino en calzoncillos por la casa y me viene una necesidad extrema de bolsillear las manos en el trayecto de la cocina al comedor o del living a mi cuarto. Cuando las manos se me resbalan a los costados y me doy cuenta de la dolorosa ausencia voy corriendo a buscar un pantalón y pienso: "¿Por qué no hay calzoncillos con bolsillos?, ¿existirán y todavía no los encontré?". Misterio.
En eso me pongo a pensar aquellos domingos en los que camino en calzoncillos por la casa y me viene una necesidad extrema de bolsillear las manos en el trayecto de la cocina al comedor o del living a mi cuarto. Cuando las manos se me resbalan a los costados y me doy cuenta de la dolorosa ausencia voy corriendo a buscar un pantalón y pienso: "¿Por qué no hay calzoncillos con bolsillos?, ¿existirán y todavía no los encontré?". Misterio.