platazo de ñoquis
El gran enigma de este blog es por qué me desaparecen las fotitos del costado cada vez que pongo algún link nuevo y lo que es peor, por más que pegue y repegue en link de la imagen no me aparece... quién sabe.
Estoy con muchas bolsitas de pañuelos descartables alrededor del escritorio tratando de hacer algo productivo, como escribir algo interesante para el próximo número de Oh Dios!, terminar alguno de esos trabajos prácticos olvidables o leer alguno de esos libros que dejé por la mitad.
La semana se me pasó volando debido a mi inagotable irresponsabilidad laboral que convierte las seis horas de trabajo en casi casi seis horas libres de la secundaria (esas que te daban cuando el profesor faltaba y te tenías que quedar en el colegio).
Mañana tengo franco y planeo que me voy a levantar muy muy temprano para poder ver alguna de la docena de pelis que tengo archivadas, seguir escribiendo bobadas, ir a la facultad, almorzar con mi pa, ver a la más linda y muchas cosas más.
Seguramente no haga ni la mitad de esas cosas porque siempre me pasa lo mismo.
Es que 24 horas es mucho menos tiempo del que parece, si a eso se le quitan el promedio de casi cuatro que le dedico al sueño estoy perdido, pero a no desesperar, me digo, que en poquitísimo llegan las más que ansiadas vacaciones.
Y ahora a cenar que el chico-delivery tocó el portero y tengo hambre de verdad... bueno, en realidad no es hambre sino antojo de pastas. Capricho estomacal.
Ya bajo, chico-delivery.
Estoy con muchas bolsitas de pañuelos descartables alrededor del escritorio tratando de hacer algo productivo, como escribir algo interesante para el próximo número de Oh Dios!, terminar alguno de esos trabajos prácticos olvidables o leer alguno de esos libros que dejé por la mitad.
La semana se me pasó volando debido a mi inagotable irresponsabilidad laboral que convierte las seis horas de trabajo en casi casi seis horas libres de la secundaria (esas que te daban cuando el profesor faltaba y te tenías que quedar en el colegio).
Mañana tengo franco y planeo que me voy a levantar muy muy temprano para poder ver alguna de la docena de pelis que tengo archivadas, seguir escribiendo bobadas, ir a la facultad, almorzar con mi pa, ver a la más linda y muchas cosas más.
Seguramente no haga ni la mitad de esas cosas porque siempre me pasa lo mismo.
Es que 24 horas es mucho menos tiempo del que parece, si a eso se le quitan el promedio de casi cuatro que le dedico al sueño estoy perdido, pero a no desesperar, me digo, que en poquitísimo llegan las más que ansiadas vacaciones.
Y ahora a cenar que el chico-delivery tocó el portero y tengo hambre de verdad... bueno, en realidad no es hambre sino antojo de pastas. Capricho estomacal.
Ya bajo, chico-delivery.
5 Comments:
Jojo, yo ayer a la noche robé impunemente unos ravioli que le habían sobrado a un compañero de laburo.
Ah, quiero más Oh Dios!
Saludos!
...no entiendo la relación bolsitas de pañuelos descartables = productividad...
...perdone mi ignorancia...
:(
...no entiendo la relación bolsitas de pañuelos descartables = productividad...
...perdone mi ignorancia...
:(
SOY DE TU MISMA RELIGIÓN!!!
I'm the first on the gang to die!!!!!!
saludos!!!
y yo hoy como cornalitos falsos, cortesía de Fen.
muejeje!
a dopo, parliamo? cosa sei?
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