Un día de la semana pasada Isita me llevó al Museo de Arte Decorativo a la presentación de un libro de fotos y quedé fascinado con las ancianitas. A la de la foto de ahí arriba la perseguí por todos lados, ¡era idéntica a Amalita!.
Había una que parecía un leprechaun irlandés, pero de los lindos y la boca se me abrió y dije "wooooooow" cuando vi a nada más y nada menos que a Magdalena Ruíz Guiñazú. Tenía unos zapatitos a lunares, como de muñequita antigua, no de Barbie... sino de esas lindas que están en los museos.
Yo le quería sacar una foto de primerísimo plano pero Isita me dijo "Comportate, Pol" así que me conformé con esa de ahí abajo tomada a una distancia prudencial.



Ese mismo día fue el trágico choque de la Cicciolina en Palermo pero por suerte salió ilesa.
Me volví a casa comiendo sugus y escuchando a Depeche.
Tengo un problema con los Sugus Sorpresa, porque ahora traen muñequitos de perros y gatos. Hace un mes que me compro una bolsita casi todos los días para que me toque un gato y siempre me tocan perros. Hay uno horrible blanco y negro que me tocó como siete veces y gato ninguno. Eso es mucho muy injusto.
Ese día, cuando me tomé el tren para volver a casa, vi a un nene de unos seis años abriendo una bolsita de los ya mencionados caramelos. Peló uno de frutilla y lo tragó sin masticar, hurgó entre el resto de los caramelos, sacó la bolita amarilla y cuando la abrió sacó un gatito de plástico precioso, amarillo. Me puse verrrrrde de envidia pero al ratito se me pasó.