Si hay algo lindo del invierno es la lana manipulada por las ancianas. En el tren, en el colectivo, en el subte, en las confiterias... donde sea que esté calentito hay una ancianita tejiendo. Están tan acostumbradas que lo hacen rapidísimo, las agujas parecen invisibles y ni siquieran tienen la necesidad de ver el tejido. Siempre van mirando por la ventana del lugar, algunas hasta suspiran.
Yo voy leyendo y me distraen. No puedo dejar de mirarlas, no puedo dejar de mirar las agujas que se cruzan para acá y para allá hasta hipnotizarme.
Las que viajan en tren guardan el tejido en la cartera minutos antes de llegar a destino y se maquillan. Suspiran, las del tren siempre suspiran, y si les sobra un poquito de tiempo (hablo de segundos, nomás) tejen dos o tres puntitos más y bajan caminando despacito y con sonrisa sutil, como de Mona Lisa.
Yo voy leyendo y me distraen. No puedo dejar de mirarlas, no puedo dejar de mirar las agujas que se cruzan para acá y para allá hasta hipnotizarme.
Las que viajan en tren guardan el tejido en la cartera minutos antes de llegar a destino y se maquillan. Suspiran, las del tren siempre suspiran, y si les sobra un poquito de tiempo (hablo de segundos, nomás) tejen dos o tres puntitos más y bajan caminando despacito y con sonrisa sutil, como de Mona Lisa.
2 Comments:
Extrañaba tus posts sobre ancianitas!!
no pensaste en una etiqueta para ellos, así no los ando rastreando?
XD
Besos mil, polito!
es una conspiracion.
todas tejen un poquito, despues se juntan, unen sus tejidos en una gran manta y abrigaran al mundo
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